"La Tiranía según Aristóteles"

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La tiranía, por su parte, se conserva de dos modos en extremo contrarios. Uno de éstos es el método tradicional y al que se ajustaban la mayor parte de los tiranos en el ejercicio del poder, despuntar a los que descuellan y suprimir a los de ánimo indómito; no permitir las comidas en común, ni las asociaciones, ni la educación ni nada semejante, antes bien precaver todo aquello de que suelen engendrarse estas dos cosas que son la grandeza del espíritu y la confianza del individuo en sí mismo; ni tampoco permitir la formación de escuelas ni otras agrupaciones intelectuales, sino emplear todos los medios con el fin de que todos los ciudadanos se desconozcan unos a otros lo más posible. Deberá también obligar a todos los ciudadanos a mostrarse siempre en público, con el fin de que no le pase inadvertido nada de lo que los súbitos puedan hacer o decir, procurando que los ciudadanos se calumnien unos a otros, los amigos choquen entre ellos, el pueblo lo haga con las clases superiores y los ricos entre sí. Es además el tirano amigo de hacer la guerra con el objeto de tener ocupados a los súbditos y que tengan siempre la necesidad de un caudillo.

Todo esto podría resumirse en tres capítulos, que conforman los fines de la tiranía:

- El mantener el ánimo apocado de los súbditos.
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El hacerlos desconfiados entre sí.
- Mantener en los demás la impotencia para la acción política.

Hay otra manera de conservar el poder, totalmente adversa a la forma descripta anteriormente, donde el tirano debe actuar o semejar que actúa como un verdadero rey, para lo cual cuidará de los fondos públicos, absteniéndose de gastar el dinero en regalos que resiente el pueblo; rendirá asimismo cuentas sobre los ingresos y egresos; aparentará que recauda los impuestos, sirviéndose de estos solo en casos de emergencia militar y se conducirá en general como guardián e intendente de aquellos dineros como si fuesen públicos y no privados de su persona. La conducta de este tirano, en suma, deberá contraria a todo lo que suelen aconsejar las viejas máximas sobre la tiranía.

Extracto de un trabajo realizado por Ernesto R. Alcayaga.
http://www.monografias.com/trabajos/politiaristo/politiaristo.shtml